lunes, 17 de enero de 2022

MARÍN. LA NAVE DEL OLVIDO (II). POR ANGEL G. CARRAGAL


Las escaleras de acceso que tienen los remeros para acceder al agua es un auténtico 'resbaladoiro' con el peligro que supone de posibles caídas cargados con sus embarcaciones. 

”En Marín existe una cantera de futuras promesas del deporte del remo, donde el sacrificio y la constancia son parte del uniforme con el que salen a entrenar y competir los remeros” (Roi Palmás. Periodista. 2014). No le falta razón al autor de la cita -que yo me permito ampliar a los piragüistas-, dedicada a los deportistas encuadrados dentro de los Clubes ‘Ria de Marin’ y ‘Tambo’ respectivamente, porque hay que ser muy sacrificados y constantes para poder practicar tales deportes en las condiciones de precariedad, como lo vienen haciendo, por la falta de una edificación amplia y segura donde instalarse y entrenar en las condiciones que esta actividad deportiva requiere. 
Dotar a ambas entidades de una Nave de Deportes Náuticos que vienen demandando desde hace años y que les fue prometida en época electoral (2015) sería la solución a tantos problemas como los que tienen que afrontar para seguir practicando, entrenando y compitiendo. La transitoriedad en la que se encuentran ocupando unos locales cedidos dentro del Puerto hace que ambos clubes tengan que sufrir notorias carencias que ponen en riesgo su seguridad. Ejemplo: tienen que transitar entre maquinaria pesada y vehículos que circulan por las vías portuarias; carecen de pantalanes para que remeros y piragüistas, cargados con sus embarcaciones, puedan acceder con facilidad al agua, no disponen de espacio suficiente para albergar el material, como las piraguas, la zodiac, los carros de las embarcaciones, gimnasio, vestuarios, aseos... Y ya no digamos el inconveniente que supone el que los puntos de entrenamiento estén dentro de la zona portuaria con lo cual se impide a muchos niños y jóvenes visibilizar la práctica de un deporte por el que pudieran sentirse atraídos.
Resumidos todos los reparos-y me quedo corto exponiéndolos. que tienen que soportar los deportistas, no cabe otra cosa que seguir insistiendo y demandando la Nave de Deportes Náuticos que reportaría muchos beneficios a remeros y piragüistas como pueden ser, la práctica deportiva exenta de los riesgos que comporta el entorno portuario; unas instalaciones con  mayor capacidad para poder ofrecer unos servicios mínimos y la posibilidad de una mayor oferta deportiva. Lugar para ello hay: el espacio cedido por la Autoridad Portuaria en las inmediaciones del Paseo Alcalde Blanco.
Gobierno Local (PP) y oposición PSOE y BNG deberían ponerse manos a la obra y empezar a gestionar la dotación de la nave prometida, sobre todo en cumplimiento de lo que hace algo más de seis años (15 de noviembre de 2015) acordaron en reunión con representantes de las asociaciones náutico-deportivas de “trabajar en la consecución de un proyecto conjunto que contemple las necesidades expuestas (sic)”.
Nuestros gobernantes locales, principalmente la concejalía de Deportes, deberían reconocer la importancia que tienen las actividades náuticas en Marín, especialmente el remo y el piragüismo, tan vinculados y arraigados históricamente con nuestra Ría. Por ello deberían dedicarle el mismo apoyo y la misma atención que tienen con otros deportes. 

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