Aparcamiento disuasorio en la rúa José del Río |
Uno de los problemas que ‘trae de cabeza’ al Gobierno Municipal es el de dotar a Marín de un aparcamiento en condiciones para vehículos como lo vienen reclamando a ‘voces’ la vecindad. En ello anda el equipo gobernante gestionando un proyecto (el PSOE lo apoya siempre que sea público. El BNG no está de acuerdo con pretendida ubicación) que de hacerse realidad –como las cosas de palacio el asunto va despacio- se construiría bajo el Parque Eguren. Mientras tanto con buen criterio lo que se está haciendo es adquirir por parte del Concello de Marín, en ‘alquiler’, una serie de parcelas que se convierten en aparcamientos disuasorios gratuitos distribuidos por distintos puntos cercanos al casco urbano y a escasos minutos de zonas muy concurridas por vecinos y visitantes.
A los ‘disuasorios’ ya existentes hay que unir el
que muy pronto estará disponible en el Inferniño, según noticia que nos llega
del grupo de Gobierno, con el que se incrementarán las plazas de aparcamiento
de este tipo ya existentes –es decir las más próximas al centro urbano- a un
total de 125.
Pero no para ahí la cosa. Porque nuestros gobernantes
tienen como objetivo “seguir buscando más parcelas que puedan cumplir con esta
función”.
Si bien nada que objetar a una decisión de gobierno
de paliar un problema tan preocupante, si hay algo que no es de recibo y que se
me hace llegar por ‘mensaje privado’ a modo de ‘aviso’ y es que “hay concesionarios de coches de segunda mano que
ocupan estos aparcamientos con sus vehículos en venta. Y que sería importante saber
cuántos de los coches que los okupan, en muchos casos de manera permanente, pagan
el impuesto de circulación en Marín.”
Por supuesto que este tipo de ‘denuncia’ siempre lleva por delante lo de ‘presuntamente’, pero también es cierto que “cuando el río suena, agua lleva”. Por lo que no estaría de más que el Concello de Marín (léase Policía Local) de no estar haciéndolo ya, vigilase este tipo de situaciones que en nada ayudan a solucionar el problema que se busca remediar con los ‘disuarios’.
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