Aprovecho mi columna de hoy para
despedir el ‘Ano Castelao’- haciendo un breve repaso a uno de los ‘pasajes’ del
relato ‘Castelao, político’, autoría del catedrático y arqueólogo marinense
–Fillo Predilecto de Marín- Antonio Blanco Freijeiro (1923-1991), en el que hace
referencia a la censura a la que el régimen franquista sometió la noticia de la
muerte de quien fue “figura cumbre de la cultura y política gallega del siglo
XX’.
Comienza el autor por recordarnos que la mayor parte de los últimos treinta años de su vida los dedicó Castelao a la política “a la que pasa desde el campo del arte siendo su primera herramienta la caricatura, los dibujos…“ y más concretamente durante el periodo comprendido entre 1931, en que es elegido diputado en Cortes de la Segunda República o haber formado parte del Gobierno Republicano en el exilio instaurado en 1939, hasta 1950 año de su fallecimiento en Buenos Aires donde tenía fijada su residencia.
A raíz de su muerte la Dirección General de la Prensa del Gobierno de Franco dicta una orden a los periodistas en la que se les advierte de que “la noticia de la muerte de Castelao se dará en páginas interiores y a una columna. Caso de insertar fotografía ésta no será de ningún acto político”.
Asimismo y según la ‘orden franquista’ solo se elogiarán del fallecido sus características de humorista, literato y caricaturista…”. Y de su personalidad política los periódicos la podían destacar siempre y cuando se mencione que “aquella fue errada y que se espera de la misericordia de Dios el perdón de sus pecados.”
Pero la severa censura del régimen dictatorial fue más allá del historial político de Castelao llevándola al plano de su actividad artístico-literaria: “no se hará –por Orden gubernativa- mención alguna de su libro ‘Sempre en Galiza’ ni de los álbumes de dibujos relacionados con la Guerra Civil.” Las instrucciones en este sentido eran de obligado cumplimiento y “cualquier omisión de las mismas daría lugar al correspondiente expediente.”
Finaliza nuestro recordado intelectual marinense, Antonio Blanco Freijeiro, su histórico trabajo literario ‘Castelao, el político’ transcribiendo las palabras pronunciadas por Castelao antes de su muerte en la diáspora: “Yo no soy más que un artista que ha puesto su arte al servicio de una bella causa: la de despertar el alma de Galicia.”
Hemeroteca: ‘Castelao, el político’. Antonio Blanco Freijeiro. 1986. Cuadernos Historia 16. Núm. 119)
Comienza el autor por recordarnos que la mayor parte de los últimos treinta años de su vida los dedicó Castelao a la política “a la que pasa desde el campo del arte siendo su primera herramienta la caricatura, los dibujos…“ y más concretamente durante el periodo comprendido entre 1931, en que es elegido diputado en Cortes de la Segunda República o haber formado parte del Gobierno Republicano en el exilio instaurado en 1939, hasta 1950 año de su fallecimiento en Buenos Aires donde tenía fijada su residencia.
A raíz de su muerte la Dirección General de la Prensa del Gobierno de Franco dicta una orden a los periodistas en la que se les advierte de que “la noticia de la muerte de Castelao se dará en páginas interiores y a una columna. Caso de insertar fotografía ésta no será de ningún acto político”.
Asimismo y según la ‘orden franquista’ solo se elogiarán del fallecido sus características de humorista, literato y caricaturista…”. Y de su personalidad política los periódicos la podían destacar siempre y cuando se mencione que “aquella fue errada y que se espera de la misericordia de Dios el perdón de sus pecados.”
Pero la severa censura del régimen dictatorial fue más allá del historial político de Castelao llevándola al plano de su actividad artístico-literaria: “no se hará –por Orden gubernativa- mención alguna de su libro ‘Sempre en Galiza’ ni de los álbumes de dibujos relacionados con la Guerra Civil.” Las instrucciones en este sentido eran de obligado cumplimiento y “cualquier omisión de las mismas daría lugar al correspondiente expediente.”
Finaliza nuestro recordado intelectual marinense, Antonio Blanco Freijeiro, su histórico trabajo literario ‘Castelao, el político’ transcribiendo las palabras pronunciadas por Castelao antes de su muerte en la diáspora: “Yo no soy más que un artista que ha puesto su arte al servicio de una bella causa: la de despertar el alma de Galicia.”
Hemeroteca: ‘Castelao, el político’. Antonio Blanco Freijeiro. 1986. Cuadernos Historia 16. Núm. 119)

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