María Ramallo sostiene en su balance de gestión que el desarrollo urbanístico de la parcela "tiene que tener interés de la propia promoción privada"
Cuando en el pasado mes de
abril la alcaldesa, María Ramallo, hacía pública la aprobación definitiva, por
parte de la Xunta de Galicia, de la ‘Modificación puntual do PXOM que afecta al
solar de Méndez Núñez’, -parcela situada entre esta calle y el colegio de la
Inmaculada- tramitada y aprobada por el Concello de Marín, se abría el
esperanzador camino hacia la conversión urbanística de tan céntrica zona con la
posibilidad de crear en ella “novos edificios e a apertura dun vial entre a rúa
da Estrada e Fondo do Saco; a creación asimismo de 59 vivendas e 27 novas prazas de aparcamento…”
Pasaron ya algo más de ocho meses desde
aquel día en el que se ofrecía tal información, recogida con grandes titulares
en la prensa, y desde entonces la subsodicha modificación en el PXOM parece no
haber dado resultado cara a despertar interés entre el sector inmobiliario o
incluso a dedicar parte de la zona a la construcción de viviendas de protección
pública, que tanta falta hacen, o por qué no, a aparcamiento, al margen de
otras soluciones que pudieran tener cabida en tal espacio ubicado en el corazón
del centro urbano de Marín para urbanizarlo y deje estar en el estado de
abandono en el que se encuentra.
Ha sido el pasado día 16 del
mes en curso cuando la alcaldesa María Ramallo, en su comparecencia en el
tradicional desayuno con los medios informativos para hacer balance de su
gestión del año 2025, hacía referencia al solar en cuestión que lo definía como
la principal bolsa urbanizable en Marín.
“Su desarrollo, por tratarse
de terreno privado, depende del interés que sobre el solar ponga la promoción privada…
Nos consta, decía la alcaldesa, “que los propietarios de las distintas parcelas
que configuran el solar, estudiaron varias propuestas…” aunque no dijo si éstas
llegaron a buen fin. Tampoco ve viable intervenir mediante la expropiación para
su promoción pública porque “nosotros no tenemos fondos para expropiar o
adquirir a precio de coste de la edificabilidad que tiene el terreno”, expresó
María Ramallo.
En cuanto al ‘feismo’ que
supone la situación de dejadez que presenta y ante las polémicas y protestas
que ello suscita, la regidora municipal ‘se despachó’ en su balance con el argumento de que “ya les hemos escrito
a los propietarios de las parcelas varias veces con apercibimiento de multa”.
Conclusión, que la
situación se mantiene en ‘impasse’, y a la vista de lo visto (mejor dicho de lo informado)
parece ser que ‘per secula seculorum’. Y ahí sigue, en estado de descuido desde 2017, año en el
que se realizó el derribo de las antiguas viviendas que ocupaban toda la ‘manzana’.

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