MARÍN. DEFUNCIONES. FUNERAL POR MANUEL NOYA RICO.

MARÍN. 31.08.2020.  Hoy se celebra el funeral por el eterno descanso de Manuel Noya Rico, fallecido el pasado día 28 a los 67 años de edad. El acto tendrá lugar a las SEIS DE LA TARDE DE HOY en el Templo Nuevo de Marín. El fallecido era persona muy estimada en Marín sobre todo en el ambiente deportivo. Era funcionario-soldador jubilado de la Escuela Naval de Marín donde trabajó durante algo más de 44 años. Desde aquí trasladamos nuestro pésame a su esposa, hijos y demás familia. DEP

Manuel Noya Rico, el día de su jubilación (LVdG. Abril 2018)
Fue el fundador del Club de Balonmano de Marín

Manuel Noya Rico (Silleda, 1953) se jubiló en 2018 como soldador -ofricial del Cuerpo de Arsenales- en la ENM (donce cumplió el servicio militar)  después de casi 45 años de trabajo.  Curiosamente Manuel fue el primer soldador de su familia, que además no tenía ninguna relación con el mar, y menos con la Armada. Con motivo del acto de despedida que le fue orecido, Noya, como era conocido coloquialmente, recordaba “cuando entró por la puerta de Carlos I, no sabía muy bien que había que hacer porque era una institución militar”. 

A lo largo de tantos años ha visto evolucionar la Escuela Naval y aunque su misión principal era de soldador, también tuvo su momento de aplicación en la enseñanza. pues tuvo una época que estuvo de instructor de alumnos. Antes de entrar en la Escuela Naval, su gran pasión eran los deportes, sobre todo el balonmano y el baloncesto. “Conocedores de esta afición deportiva, los responsables de la Escuela Naval le dieron la opción de entrenar y arbitrar partidos de balonmano jugados por los alumnos”. Durante 27 años fue entrenador e instructor deportivo del colegio de la Inmaculada, en Marín. También fue fundador del club de balonmano de esta localidad y entrenó a equipos de voleibol. "Ese fue  su trabajo por las tardes, después de salir de la Escuela Naval”, recordaba, con orgullo, el día de su jubilación hace dos años. Silledense de nacimiento siempre se consideró un marinense más, después de tantos años viviendo en  Marín.