Aparte del valioso patrimonio arqueológico que suponen para Marín los numerosos restos prehistóricos, como son los castros y las insculturas rupestres ‘espalladas’ por diversos lugares de su territorio, hay que destacar también el patrimonio histórico-que suponen las dos iglesias románicas de Santo Tomé de Piñeiro y Santa María do Campo, “os dous monumentos relixiosos máis senlleiros do concello marinense”.
De la iglesia de Santo Tomé de Piñeiro los estudiosos nos dicen que pudo haber sido levantada a principios del siglo XIII “sobre os cimentos do primitivo mosteiro da ‘Orden de los Caballeros de San Juan de Malta’ desaparecido no século XII” (Gran Enciclopedia Galega). De su descripción destaca su forma rectangular con nave única que desemboca en ábside pentagonal, “algo pouco común no románico gallego”. La capilla mayor alberga un retablo barroco de marcada influencia portuguesa. En los muros de la nave cuatro entrantes pertenecientes a las capellanías particulares identificadas con los blasones de los Montenegro, presente también en el escudo situado sobre el retablo del altar mayor unido con las armas de los Sarmiento y los Valladares.
En el año 2016 durante los trabajos de restauración de la iglesia se descubre un tesoro artístico que los técnicos sitúan en el s.XV. Se trata de unas pinturas murales que estaban escondidas detrás del altar mayor que representan a los cuatro evangelistas y a la Virgen María sujetando a Cristo en la Cruz
Por su parte la iglesia de Santa María do Campo, al igual que la anterior, data del siglo XIII y asimismo perteneció a la Orden de los Caballeros de San Juan de Malta’. Todavía se mantienen en pie algunos restos de lo que fueron las dependencias de aquellos religiosos. El templo presenta dos cuerpos de estructurales diferentes. Conserva en su interior un arco triunfal. En una segunda fase de construcción, s. XVI, se realiza la nave de estilo barroco. Se notan las reformas que sufrió en distintas épocas de las cuales la más importante tuvo lugar en la época barroca con la reconstrucción de la nave. Posee unas magníficas pinturas murales (góticas) de gran valor. La pila bautismal es otra de las obras de arte del románico, aunque su actual soporte no es el original. En el muro del testero de la nave se representan a San Antonio Abad, San Sebastián en el centro y San Andrés.
Además de estas dos ‘joyas’ del románico, Marín cuenta con otras iglesas y numerosas ‘capelas’ (Sete Espadas en Mogor; San Diego do Pereiro; San Lorenzo en Pastoriza; San Clemente en la Isla do Santo...) que forman parte de su patrimonio histórico-religioso, como las de San Xulián de Marín de Arriba; Santa María de Ardán, ambas del s. XIII; además de la parroquial de Santa María del Puerto edificada sobre los restos de la ermita de la Virgen de la Guía. Todo ello supone para Marín un tesoro histórico y turístico a proteger.
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