lunes, 17 de junio de 2024

MARÍN. 'A TRADICIÓN DOS FURANCHOS'. POR ANGEL G. CARRAGAL


El próximo día 30 los ‘furanchos’ deberán cerrar sus puertas abiertas desde el pasado mes de febrero. De la existencia de ‘furanchos’ en Galicia se tiene conocimiento desde hace siglos.  Normalmente nacieron en el rural con el fin de que los cosecheros puedan despachar al público los excedentes de los vinos de sus cosechas, para consumo propio, en lugares habilitados a tal fin como los bajos o bodegas de sus casas acompañando su degustación con productos de la cocina casera: tortilla, 'ourella', empanada, 'chourizos', callos, etc.
Con el paso del tiempo los ‘furanchos’ comenzaron a proliferar en muchos pueblos, especialmente en la provincia de Pontevedra, en pleno corazón de las Rías Baixas, entre ellos el de Marín, como puntos de encuentro para degustar lo mejor de los vinos del pais, transformándose así en una especie de ‘negocio hostelero de temporada’ al que acudían –y acuden- los clientes como romeros a las romerías. El éxito alcanzado en estos últimos veinticinco años fue tal que hubo un momento en que los hosteleros se pusieron en pie de protesta –por no decir de guerra- porque veían en la explotación de los ‘furanchos’ una competencia desleal. Había ‘furancheiros’ que realizaban actividades propias de bares y restaurantes a precios muchos más bajos y sin estar sometidos a ningún tipo de control.
La situación era de tal tensión que la Xunta de Galicia hubo de mediar en el asunto promulgando una normativa autonómica (año 2008) -a la que seguirían después las ordenanzas municipales- que regularía, y así se hace hasta la fecha, la singular actividad de los tradicionales ‘furanchos’ o 'loureiros'.
Remitiéndonos a su implantación en Marín recordemos como los unos, los ‘furancheiros’ y los otros, los hosteleros, también tuvieron sus más y sus menos allá por el 2005, como se ponía de manifiesto por parte de ‘Acima’ que trasladaba al Concello las quejas de la hostelería por la irregular actividad ‘furancheira’. “Quejas, de las que según decía entonces el concejal Xosé Manuel Portela, no se tenía conocimiento…”
En Marín normalizar y regular tal actividad era el compromiso que los políticos gobernantes iban adquiriendo para tranquilizar a ambos sectores reuniéndose con los afectados de las dos partes para que la normativa reguladora de los ‘furanchos’ fuese la más adecuada y equitativa. Y así es como nace en 2013 la Asociación de Furancheiros de Marín “con el fin de regularizar en colaboración con el Concello la actividad del sector en el municipio’.
A raíz de tal normalización y siempre controlados por la administración autonómica y municipal para que se cumpla con la ordenanza en vigor, los ‘furancheiros’ siguen ejerciendo su actividad. Ésta “aunque ha evolucionado sigue manteniendo su esencia  convertida ya en Galicia para propios y visitantes en una figura de atractivo turístico y un tesoro culinario”, según lo describe la guía digital, ‘Furanchin’.
‘Furanchar o viño’ es una tradición arraigada en Marín que cuenta ya con cerca de una veintena de 'furanchos'. Disfrutémoslos. 
 
 

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