Solar en la rúa Méndez Núñez. Foto DP |
Desde que se ejecutó el derribo de las ruinosas
edificaciones –entre las que se encontraban vestigios de la histórica fábrica
de conservas de Chamadoira- de un tramo de la rúa Méndez Núñez (trayecto
cercano a la Casa Consistorial) ha quedado expedito un solar de gran superficie
que desde entonces –hace cinco años- es como ‘un grano’ que afea al rostro y
que por el estado en que se encuentra necesita ser ‘extirpado’ mediante
la búsqueda de una solución con la que adecentar y revitalizar esa zona tan deplorable
y abandonada en pleno centro urbano de Marín.
La pregunta es ¿qué se puede hacer con ese solar? He ahí la cuestión.
Desde luego propuestas no han faltado, unas más ambiciosas que
otras, pero todas de un gran alcance urbanístico como las que prometían en sus
programas electorales todos los partidos políticos que concurrían a las
elecciones municipales en mayo de 2019: Creación de viviendas de protección
oficial, parking, Auditorio, parque infantil, zonas verdes… De nuevo y
debido a una moción presentada por el BNG, en el Pleno del pasado mes, el tema
salta a la palestra que “emerxe como resposta a demanda cidadán de espazos de
ocio na zona centro de Marín…” según explicaba su portavoz Lucia Santos,
proponiendo “unha negociación, de baixo impacto económico, cos propietarios
mediante un convenio para intervir os terrenos e destinalos a zona verde,
espacios de ocio, aparcamiento, e outras infraestructuras beneficiosas para a
comunidade…”
Pero como era de esperar el Grupo Municipal (PP), no estaba por la labor
rechazando con contundencia la iniciativa nacionalista argumentando, (extenso
argumentario que me veo obligado a extractar) que “a proposta do BNG
de converter o solar de Méndez Núñez nun aparcadoiro non só é incoherente con toda
a súa política, senón que ademais é unha mentira cara á cidadanía, vendendo
como factible e inmediato algo que non é nin rápido nin sinxelo… utilizando
esta cuestión desde o punto de vista electoralista…”, como así lo explicaba en
su intervención el concejal de Urbanismo, Manuel Santos, quien expone además,
que se rechaza también que se diga que el proceso sería de escaso impacto
económico cuando de llevarse a cabo habría que buscar financiación para costear
importantes inversiones en diversas obras de infraestructura en un terreno que
además es de propiedad privada.
No soy yo quien para entrar en medio del debate que mantienen PP y BNG pero lo
que sí me permito es dar mi opinión, que es la de muchos marinenses, respecto a
que el terreno en cuestión ofrece un aspecto lamentable en pleno centro de Marín y que su estado busca alguna salida, -que habela haila- y ésta no se
encontrará si los ‘populares’ se oponen cada vez que aparece una alternativa
procedente del otro lado de sus escaños. Mejor que un ‘no’ es un ‘consenso’
entre políticos y propietarios. ¿Difícil…?. Política es el arte de lo
imposible’.
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