lunes, 23 de octubre de 2023

MARÍN. EN EL DÍA MUNDIAL DE LAS PERSONAS DE TALLA BAJA. POR ANGEL G. CARRAGAL

“No sé mide la grandeza de un hombre por su estatura física, si no por sus actos, por la huella que deja en la historia de la humanidad”


Leo con agrado (Diario de Pontevedra, 20 de octubre) la información de “que en el nuevo reglamento para acceder a los puestos de la Guardia Civil, que ya ha entrado en vigor, se elimina el límite de altura… No se exigirá como se venía haciendo que los hombres midan más de 1,60 y las mujeres más de 1,55”. Y todo gracias a una Sentencia del Tribunal Supremo (julio 2022) que señala que “la talla de la persona candidata no debe ser un elemento impeditivo en el proceso selectivo para ingresar en el centro de formación”

La noticia me retrotrae a principios de los años 90 (hace treinta años) en que junto con un par de amigos se me ocurrió la idea de crear la Asociación de la Pequeña Estatura que tenía como objetivo denunciar “la discriminación (‘alturaismo’) contra las personas cuya altura no está dentro del rango de estatura normal aceptable traducido a 1,65 metros para hombres y 1,55 para mujeres”.

Aquel proyecto se convirtió en un acontecimiento mediático llamando la atención de la prensa, radio y  televisión. Recuerdo que fuimos entrevistados en Telecinco por Andrés Aberasturi y Amparo Larrañaga, y por Xosé Ramón Gayoso en ‘Luar, además de por Alfonso Arús en su programa ‘Arus con leche’. También algunas cadenas de radio nacionales dieron la noticia, e incluso Radio Caracol de Colombia. Y en la actualidad no olvido el ‘cariñoso’ artículo ‘Se venden bajos’ que recientemente me dedicaba en páginas de El País, mi buen amigo, y ex compañero de redacción en DP, Manuel Jabois.

Es por ello que la buena nueva de eliminar el requisito de estatura para ingresar en la Benemérita no solo me produce satisfacción sino que me lleva a seguir reafirmándome en mi reivindicación y congratulándome al mismo tiempo de que por fin estemos en el camino de conseguir que ser bajo de estatura deje de ser impedimento para poder acceder a un puesto de trabajo o de cualquier otra responsabilidad en el ámbito de la sociedad y sobre todo de que los ‘bajos’ dejemos de ser ‘blanco’ para la jerga peyorativa o incluso a veces para el insulto.

No dudo en que en los últimos tiempos hemos avanzado en la igualdad de oportunidades –bajos y altos- a la hora de acceder a ocupar determinados destinos pero aún hay mucho por hacer pues “la altura del ser humano sigue siendo considerado uno de los requisitos para ocupar ciertos cargos tanto dentro de la empresa pública como privada”.

Todo esto viene a colación estando a las puertas del “Día Mundial de las Personas de Talla Baja” que desde 2013 se celebra cada 25 de octubre con el fin de generar conciencia sobre la inclusión social y respeto de los derechos humanos de las personas de tal condición.

¡Y es que ya va siendo hora de que los límites de estatura dejen de ser una condición para trabajar!

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