María Ramallo y su equipo durante la sesión de un pleno (Foto CdM)
Los primeros cien días de gobierno –sea
este el central, autonómico, provincial o local- suponen el primer tramo
trimestral y poco más, de un mandato de cuatro años, por lo que en tan corto
plazo, no es mucho lo que quienes gobiernen, puedan lograr en términos de
alcanzar objetivos ni lo que se pueda decir sobre el futuro desempeño del
gobierno de turno. Sin embargo, esos primeros cien días tienen, como así lo
entienden los observadores políticos, “un significado simbólico y son
interpretados muchas veces como un barómetro del poder de un mandatario o
mandataria…”, que en el caso que nos ocupa diremos de María Ramallo y su
equipo.
A la revalidada alcaldesa, gracias a la
mayoría absoluta con la que cuenta en la Corporación Municipal, estos primeros
cien días le permiten poner en marcha un plan con el que consolidar “una
estrategia local ha desarrollar a lo largo de estos próximos cuatro años”,
según se desprende del balance presentado a los medios y sobre el que hoy gira
mi comentario. Un balance, que aparte de ser muy optimista y semejar una
declaración de intenciones, -al menos es lo que yo entiendo- es además una
fuerte apuesta por dejar ejecutados algunos proyectos aprobados en su anterior
mandato, y un compromiso de poner en marcha otros prometidos en periodo
electoral.
Con dicho balance María Ramallo, quiere
“marcar una estrategia y unas metas que señalan el camino para ir avanzando en
los proyectos esenciales para la villa como se recoge en la Agenda Urbana…”,
como ella misma lo explica. Asimismo aparte de lo anteriormente definido, no
deja de ser un resumen –un listado más bien diría yo- de obras ya adjudicadas y
que “supondrán la transformación urbana de Marín” o de proyectos e iniciativas
en las que con su equipo –el mismo que tenía en la legislatura anterior pero
con tres concejales menos- lleva trabajando hace tiempo.
El inicio de las obras de Humanización de la rúa do Forte, es uno de los proyectos de los que María Ramallo 'hace gala' en el balance de sus primeros cien días de gobierno. Foto CdM |
Quizás su contenido no convenza a todos,
lo cual es difícil, y menos supongo, -y digo supongo porque hasta ahora que yo
sepa no se han manifestado ni lo han valorado-, a los grupos en la oposición
PSOE (que en estas pasadas elecciones no vio cumplidos sus deseos de seguir
creciendo), y BNG (que no convenció en ser alternativa) que durante estos
primeros cien días también han tenido su protagonismo basado en la constante
emisión de “comunicados de prensa” mediante los que vienen exponiendo sus
reivindicaciones, peticiones, propuestas o discrepancias con la forma de
gobernar de la ‘señora Ramallo’, presentadas en los plenos, bien a través de
mociones o bien por medio de interpelaciones, que no son pocas.
María Ramallo con su balance nos deja el
prometedor mensaje de convertir a Marín "en una ciudad dotada de las
infraestructuras necesarias para estar a la altura de la confianza depositada
por la ciudadanía”, promesa que ahí queda para ser ‘juzgada’ dentro de cuatro
años menos cien días.
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