La
noticia de que el Concello de Marín mantiene abiertas “las encuestas de
participación para la ciudadanía y comerciantes sobre el estacionamiento en el
casco urbano’, me lleva a entrar de nuevo en el problema que supone en Marín el
aparcamiento. Sigo insistiendo, y se lo recuerdo sin acritud al Grupo de
Gobierno, en que es un problema que requiere solución y que no la encontrará si
no se agiliza la gestión de construir un parking subterráneo, compromiso
anunciado por el concejal de Urbanismo, Manuel Santos Costas, el pasado mes de
noviembre de 2022, afirmando que la tramitación del anteproyecto ya estaba en
marcha. No olvidemos de que resolver tal necesidad es una reclamación por la falta de aparcamientos
agudizada desde el primer momento en que se han venido suprimiendo las plazas
existentes en las calles sometidas a obras de ‘humanización’.
Por
supuesto que nadie está en contra de humanizar las ‘rúas’ en favor del peatón,
faltaría más. Ahora bien, opino que es exagerado eliminar tanto espacio de estacionamiento,
como así lo vienen padeciendo quienes, desde dentro o desde fuera de Marín, se
ven en la necesidad de usar su vehículo para desplazarse a su lugar de trabajo,
realizar compras o hacer gestiones…
Y a medida de que la supresión de plazas de
aparcamiento va ‘in crescendo’ paralelamente también lo hacen las voces de
protesta, sobre todo las de los comerciantes que vienen sufriendo una ‘bajada’
en sus ventas ante la complicación que supone para sus clientes, sobre todo los
que se desplazan desde las parroquias, el encontrar un lugar donde aparcar mientras
realizan sus compras. Estas protestas y el malestar existente entre la población
ha llegado al Gobierno Municipal que ha dado un giro en la idea que tenía preconcebida
respecto a otros proyectos de humanización aprobados, pero pendientes de
ejecutar, entre cuyas obras estaba prevista la ‘empecinada’ eliminación del
estacionamiento de vehículos.
Protestas que han llevado a la alcaldesa, María Ramallo, a ‘coger el toro por los cuernos’ en busca de soluciones, reuniéndose primero con la Asociación de Comerciantes ‘Estrela de Marín’ para conocer sus quejas y atender las medidas que le fueron propuestas para corregir el problema, convocando después a los vecinos y comerciantes de la rúa da Ponte ante los que se comprometió a la modificación del proyecto de remodelación de la calle para que no se eliminen las plazas de aparcamiento existentes… Y ya por último otro de los cambios de criterio que la regidora municipal hubo de adoptar es el mantener la zona de estacionamiento en el entorno de la Plaza de Abastos, como lo venían reclamando los ‘placeros’.
Sendos cambios de criterio, por parte del Gobierno Local, en sendos proyectos, no deben ser motivo de crítica, sino más bien de elogio, puesto que, como lo expresa el manido dicho, rectificar es de sabios. Y cuanto mejor si se rectifica en beneficio de los administrados. Además, nadie es perfecto.
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