‘Obras son amores’ (frase
acuñada por Santa Teresa de Jesús) y amores son las obras que se desgranan en
un balance que la alcaldesa, María Ramallo, dio a conocer como resultado de su
gestión puntualizando en la realizada desde que tomó posesión –junio 2023- del
que es su cuarto mandato con mayoría absoluta, la que ya había logrado en 2011
y repetido en 2015 y 2019.
En el extenso informe de proyectos realizados o de los que tiene previsto sacar adelante en este próximo trimestre, engloba tanto las actividades y fiestas de verano como todas las obras ya en marcha. Es el resultado de “todo o traballo e esforzo tanto económico como personal que se fai desde cada unha das áreas de Goberno”. En la retahíla de tales actuaciones destaca el mantenimiento y puesta a punto de las playas, –casi todas ellas con bandera azul- y la programación de fiestas, celebradas y a celebrar, desde la noche de San Xoán hasta el final del mes en curso: las del Carmen, la Festa Corsaria –ésta de muy buen resultado- las de Santa María del Puerto y San Miguel con su Danza de Espadas.
Deportes es otra de las líneas de actuación que no se le escapa en informar a la alcaldesa en su balance, destacando la presentación –de clamoroso éxito- y puesta en marcha de las Escolas Deportivas.
Respecto a obras la alcaldesa cita con cierta importancia las que ya están en “avanzado estado de execución”: Avenida de Ourense y Concepción Arenal y otras en zonas del extrarradio. No deja atrás las del saneamiento del rio Lameira ni las previstas para la “Rexeneración da Dársena Portuaria” y “Mellora do entorno do Lago de Castiñeiras”.
Cara al trimestre próximo nos anuncia “a ampliación de máis parcelas para aparcamento gratuito e seguir dando pasos no proxecto construcción do parque subterráneo do Parque Eguren”, obra ésta que se espera sea realidad en un futuro próximo.
Ciñéndome al balance habrá que decir que podemos estar o no de acuerdo en que parte de estas obras, en algunos casos se pudieron hacer mejor, no lo dudo, pero también es verdad que desde fuera es fácil criticarlas. Lo hecho, hecho está, como fruto de una gestión que uno no puede menospreciar –aun admitiendo que hay muchas carencias y problemas que resolver- y reconocer, pese a quien pese, que en estos últimos años Marín ha sido sometido, con sus más y sus menos, a un cambio urbanístico importante. Eso no se puede negar. Y conste que mi opinión al respecto no está asociada a la forma de gobernar políticamente del equipo de gobierno. Eso es otra cuestión. Simplemente hago referencia y a ello me limito, a la labor con la que se han sacado adelante una serie de obras que insisto, y a la vista están, han dado un importante vuelco al entorno urbano de Marín. Y es que ‘obras son amores’.
En el extenso informe de proyectos realizados o de los que tiene previsto sacar adelante en este próximo trimestre, engloba tanto las actividades y fiestas de verano como todas las obras ya en marcha. Es el resultado de “todo o traballo e esforzo tanto económico como personal que se fai desde cada unha das áreas de Goberno”. En la retahíla de tales actuaciones destaca el mantenimiento y puesta a punto de las playas, –casi todas ellas con bandera azul- y la programación de fiestas, celebradas y a celebrar, desde la noche de San Xoán hasta el final del mes en curso: las del Carmen, la Festa Corsaria –ésta de muy buen resultado- las de Santa María del Puerto y San Miguel con su Danza de Espadas.
Deportes es otra de las líneas de actuación que no se le escapa en informar a la alcaldesa en su balance, destacando la presentación –de clamoroso éxito- y puesta en marcha de las Escolas Deportivas.
Respecto a obras la alcaldesa cita con cierta importancia las que ya están en “avanzado estado de execución”: Avenida de Ourense y Concepción Arenal y otras en zonas del extrarradio. No deja atrás las del saneamiento del rio Lameira ni las previstas para la “Rexeneración da Dársena Portuaria” y “Mellora do entorno do Lago de Castiñeiras”.
Cara al trimestre próximo nos anuncia “a ampliación de máis parcelas para aparcamento gratuito e seguir dando pasos no proxecto construcción do parque subterráneo do Parque Eguren”, obra ésta que se espera sea realidad en un futuro próximo.
Ciñéndome al balance habrá que decir que podemos estar o no de acuerdo en que parte de estas obras, en algunos casos se pudieron hacer mejor, no lo dudo, pero también es verdad que desde fuera es fácil criticarlas. Lo hecho, hecho está, como fruto de una gestión que uno no puede menospreciar –aun admitiendo que hay muchas carencias y problemas que resolver- y reconocer, pese a quien pese, que en estos últimos años Marín ha sido sometido, con sus más y sus menos, a un cambio urbanístico importante. Eso no se puede negar. Y conste que mi opinión al respecto no está asociada a la forma de gobernar políticamente del equipo de gobierno. Eso es otra cuestión. Simplemente hago referencia y a ello me limito, a la labor con la que se han sacado adelante una serie de obras que insisto, y a la vista están, han dado un importante vuelco al entorno urbano de Marín. Y es que ‘obras son amores’.
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