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| Lucia Santos, voceira do Grupo Municipal do BNG |
Coincidiendo con el ‘ecuador’ de la legislatura municipal y después
de haberlo hecho en comentarios anteriores en esta misma sección con los
balances de gestión del PP (grupo en el gobierno municipal) y del PSOE, hoy
toca hacerlo sobre el del BNG, Grupo Municipal que desde el primer momento
después de la toma de posesión de sus cuatro concejales, en aquel 17 de junio
de 2023, mostró su disposición a
multiplicar su labor como oposición y ‘a
no pasar ni una por alto’ al gobierno de María Ramallo.
Durante estos dos años los ediles del BNG, con Lucia Santos Omil, como portavoz y alcaldable, ha venido visibilizando, por medio de distintas vías, su comportamiento político y reivindicativo, mediante numerosas propuestas presentadas en los Plenos, “impulsando iniciativas en materia de mobilidade, aparcamento, vivenda social, melloras no servizos municipais…, así como a través de innumerables comunicados de prensa (papel y digital), de las redes sociales y mediante la recogida de firmas en la calle en “apoio popular” a sus reivindicaciones, como fue el caso de su defensa de la compra por parte del Concello de Marín, del edificio Pais-Baladrón para destinarlo a espacio público, iniciativa que fue “rexeitada polo PP dada a súa falta de interés por preservar a noso patrimonio”, como incide a “súa voceira” que no deja atrás en su balance recordarnos su reciente actuación de trasladar al Congreso de los Diputados “a petición de recuperar espazos do Porto e ENM para abrir Marin ao mar”.
Durante estos dos años los ediles del BNG, con Lucia Santos Omil, como portavoz y alcaldable, ha venido visibilizando, por medio de distintas vías, su comportamiento político y reivindicativo, mediante numerosas propuestas presentadas en los Plenos, “impulsando iniciativas en materia de mobilidade, aparcamento, vivenda social, melloras no servizos municipais…, así como a través de innumerables comunicados de prensa (papel y digital), de las redes sociales y mediante la recogida de firmas en la calle en “apoio popular” a sus reivindicaciones, como fue el caso de su defensa de la compra por parte del Concello de Marín, del edificio Pais-Baladrón para destinarlo a espacio público, iniciativa que fue “rexeitada polo PP dada a súa falta de interés por preservar a noso patrimonio”, como incide a “súa voceira” que no deja atrás en su balance recordarnos su reciente actuación de trasladar al Congreso de los Diputados “a petición de recuperar espazos do Porto e ENM para abrir Marin ao mar”.
La intensa labor que no se le puede negar a los
representantes de la formación nacionalista marinense se constata en estas
cifras ‘plenarias’: en estos dos años han presentado al Pleno 27 mociones y 260
ruegos y preguntas, y que según valoran es el resultado “dun traballo realizado
con firmeza por un Marin con futuro…”
Respecto a su visión de la gestión municipal del grupo de
gobierno los concejales del BNG, tachan de falso “a boa xestión do Goberno do PP.
María Ramallo non foi quen de afrontar ningún dos problemas que leva padecendo Marin
e a súa xestión convertiuse nun freno para o desenvolvemento do noso municipio
como o demostra a pérda de poboación, a paralización do PXOM que impide novas construccións...
O PP non só non resolve problemas senon que aínda os crea. Coas obras mal
denominadas de humanización foronse eliminando espazos verdes a reduciendo
aparcamentos..” Otros ejemplos “da falta de compromiso coas necesidades de Marín
son a falta de apoio o comercio local, a suciedade en toda as zonas de Marín, o
abandono de espazos de lecer como a Finca de Briz ou os Parques Infantis…”
Sin entrar a posicionarse uno –a favor o en contra- sobre todo lo que denuncia el BNG, no hay que dejar en reconocer que su grupo viene desarrollando un intenso trabajo como oposición, aunque a veces por su persistencia pueda dar la sensación que la ejercen de manera obstinada. Es mi opinión.
Sin entrar a posicionarse uno –a favor o en contra- sobre todo lo que denuncia el BNG, no hay que dejar en reconocer que su grupo viene desarrollando un intenso trabajo como oposición, aunque a veces por su persistencia pueda dar la sensación que la ejercen de manera obstinada. Es mi opinión.
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