El Pleno de la Corporación Municipal, en una sesión extraordinaria celebrada esta pasada semana dio luz verde a la licitación de un nuevo, ambicioso y millonaria ‘Servicio de Recogida de Basuras’ que supondrá, según lo expuso la concejala de Medio Ambiente, Marián Sanmartín, como “un gran salto de calidade con respecto ao anterior contrato”.
Entre las mejoras más destacables del nuevo servicio cuya licitación fue aprobada con los votos del PP y PSOE, votando en contra el BNG (*) está el aumento de la capacidad de recogida; la inclusión del colector marrón para los residuos orgánicos, seguirá funcionando la recogida específica de enseres y la dotación de un Punto Limpio, la subrogación de la plantilla actual con mejora de salarios…
El presupuesto del contrato con una validez de diez años asciende a 20,5 millones de euros e incluye todos los trabajos de mantenimiento, limpieza y reposición de los contenedores y otros elementos urbanos.
El presupuesto del contrato con una validez de diez años asciende a 20,5 millones de euros e incluye todos los trabajos de mantenimiento, limpieza y reposición de los contenedores y otros elementos urbanos.
La concejala Marián Sanmartín García, como responsable del área de Medio Ambiente, y ponente de la propuesta de licitación, valoraba y justificaba el pliego de condiciones que se exigen en la licitación del nuevo contrato manifestando que cumplen con lo que "levamos moito tempo
traballando para poder adaptarnos aos maiores estándares de calidade e de
sostibilidade con este novo contrato, porque entendemos que a reciclaxe, a
correcta separación dos residuos, o mantemento dos colectores e unha xestión de
recollida flexible nos horarios para adaptarse á vida da cidadanía é
fundamental". (Leer más)
La propuesta contó con la aprobación de los Grupos Municipales PP y PSOE, mientras que el BNG votó en contra por que según expuso su concelleria Celia Garcia Santomé, “trátase dun contrato negativo para Marin, que prioriza os intereses da concesionaria sobre os intereses da vila e desbota propostas intelixentes, implicando un despilfarro de recursos. É un exemplo de mala xestión política e de falta de ambición para construír un servizo público moderno e sostible” (Leer más)
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