lunes, 9 de junio de 2025

MARÍN. SIN ACRITUD. PROTEGIENDO LA HISTORIA. ¡FALTA FAI!. POR ANGEL G. CARRAGAL

Escudo del Priorato de Oseira, vestigio representativo de la historia de Marín. Foto archivo

Proteger el casco antiguo es muy importante para todo pueblo y ciudad,  por su valor histórico, cultural y turístico, y porque con ello se preserva su patrimonio representado por su arqueología, sus ancestrales calles, sus monumentales edificios y sus milenarios y seculares símbolos identitarios que nos transmiten información sobre nuestro pasado  y nuestra  historia.
Marín es uno de esos municipios cargados de historiografía, que aunque ésta se ha conservado documentalmente, no así se ha hecho de forma tangible mediante la conservación de aquellos vestigios –muchos ya desaparecidos y otros en mal estado- que dan fe de la misma.
Cabe recordar y lamentar la desaparición allá por los años cincuenta (1950) del vestigio más importante de la historia de Marín, la Casa Priorato de los Monjes del Cister (Monasterio de Oseira). Una edificación que la familia Munáiz propietaria de la misma (adquirida en tiempos de la Desamortización de Mendizábal) la ponen a la venta en los primeros años del s. XX. Es a partir de aquí cuando ‘el Priorato’ cae en el abandono y en el deterioro que iba sufriendo año tras año hasta que en 1945 el Concello de Marín declara la edificación en “estado de ruina inminente”. A la vista de aquella situación la propiedad la pone a disposición del patrimonio municipal pero “la inoperancia de las autoridades municipales permitió que la piqueta destruyera el icono más representativo de la historia de Marín” como nos lo recuerda el cronista marinense Manuel Cendán Vilela (1934-2015).
De aquella ‘Casa Priorato’ solo se conserva el escudo que en la actualidad podemos admirar en uno de los jardines laterales de la Casa Consistorial en muy buen estado de conservación. Por lo demás el resto del patrimonio histórico de Marín, una gran parte, se ha ido destruyendo para dar paso a edificaciones urbanísticas y otra se ha ido abandonando a su suerte cayendo en el olvido y en la falta de protección y conservación.
Algunas de las antiguas casas ubicadas en la Plaza da Veiguiña, o en las calles Caracol, Ribeira, A Roda, rúas Real y do Reloxo, A Calzada, Echegaray, O Forno… son claro ejemplo, por su estado, de la necesidad de un Plan de Protección del Casco Antiguo de Marín como ya fue aprobado por unanimidad en un Pleno de la Corporación Municipal de 2018 a propuesta del BNG.
Siete años han pasado desde aquel acuerdo y siete años han hecho falta para que el actual Gobierno Local contratara la redacción del reclamado Plan Especial de Protección del Casco Histórico de Marín cuyo objetivo es “la conservación y rehabilitación de la zona histórica de Marín, incluyendo el casco antiguo y la zona de Cantodarea, que requieren un tratamiento especial…”.
La contratación nos llena de satisfacción ‘tardía’ pero esperanzadora y aunque habrá que esperar cuatro años para que culmine el plan nunca es tarde si llegado el momento nuestro patrimonio empieza a ser protegido para su conservación. ¡Falta fai! 

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