lunes, 6 de junio de 2022

MARÍN. NACE EL COLECTIVO 'POLOS NOSOS DEREITOS' EN DEFENSA DE LAS PERSONAS CON MOVILIDAD REDUCIDA. POR ANGEL G. CARRAGAL


Las barreras arquitectónicas son el principal problema que afecta a las personas que presentan una discapacidad física o con problemas de movilidad. Pero también supone un grave problema a nuestros mayores, “considerados los grandes usuarios del urbanismo y los que más problemas tienen en la movilidad y accesibilidad”, según sostienen los analistas.  Los obstáculos arquitectónicos más  frecuentes son, por ejemplo,  desniveles en las aceras, obras mal señalizadas, itinerarios peatonales estrechos, dispositivos demasiado altos para usuarios de sillas de ruedas (cajeros automáticos, mostradores de información, recepciones), o la falta de ascensores en edificios públicos como es el caso de la Casa Consistorial de Marín.

A pesar de que hay leyes que obligan a la eliminación de barreras arquitectónicas éstas no siempre se cumplen, lo cual conlleva a que el colectivo social de personas con discapacidad y movilidad reivindiquen el poder  “ejercer con facilidad sus derechos de acceso a vivienda, al transporte público, a la educación, a la enseñanza, a espacios lúdicos o culturales...”.

Precisamente y para reclamar tales derechos ha nacido en Marín una asociación bajo el nombre de ‘Polos nosos dereitos’ que ya ha empezado a trabajar para que desde las administraciones públicas se eliminen o corrijan muchos de los obstáculos urbanísticos que al igual que en otras muchas localidades existen en el municipio marinense.

‘Polos nosos dereitos’ comenzó a gestarse hace casi un año, por iniciativa de Gerónimo Durán Costas, cuya junta directiva está formada por mujeres, -a excepción del presidente y fundador-: a saber: María del Carmen Ave (vicepresidenta), María del Pilar Pérez (secretaria) y las vocales Asunción Portas, María del Carmen Castro y María Judit Fontán. Quién padezca algún problema de discapacidad puede asociarse, como ya lo han hecho hasta ahora cerca de una veintena de personas que padecen problemas de movilidad, la mayoría usuarios de sillas de ruedas.

Desde sus comienzos esta asociación no ha parado en su ‘lucha’ por conseguir los objetivos marcados intensificando su labor en estos últimos meses visibilizando sus reivindicaciones por medio de reuniones con las formaciones políticas con presencia en el Concello de Marín además de con la Xunta de Galicia. Asimismo han visitado los edificios públicos ubicados en Marín, como el Juzgado (aquí les han prometido que se van a ejecutar las obras necesarias para atender sus peticiones), la Notaria y Correos, exigiendo el cumplimiento de la normativa que obliga a la eliminación de las barreras arquitectónicas que presentan.

Solidarizarse con ‘Polos nosos dereitos’ es una obligación y dar a conocer sus fines públicamente es una manera de hacerlo, como pretendo yo a través de esta reseña. Ellos, los afectados, solo piden lo que es de derecho. Entre sus primeras peticiones se encuentra la que han dirigido al grupo de gobierno local “para que se abra una campaña de sensibilización hacia aquellos comercios establecidos exigiéndoles que cumplan con la normativa de eliminación de barreras arquitectónicas”, como explica Gerónimo Durán, quien añade “seguimos a la espera”.


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