Desde su toma de posesión, en esta su cuarta
legislatura municipal, la alcaldesa marinense ha sido blanco de las duras
críticas de la oposición (PSOE-BNG) que la acusan de gobernar de espaldas a los
problemas que padece Marín, reproches a los que se encara siguiendo el rumbo
que le marca su programa de gobierno con el que revalidó de nuevo la alcaldía con
mayoría absoluta en las pasadas elecciones locales (mayo 2023).
El recién nacido 2025 será el año en el que María
Ramallo tendrá por delante varios retos, entre otros y para empezar, finalizar
y poner a funcionar el Centro Socio Cultural (así se llama ahora lo que en principio
comenzó siendo Auditorio) al que “habrá que darle contenido y programación que (aviso
a navegantes) no toda será gratuita”, tarea nada fácil pues lleva implícito
encomendar la gestión, que sería lo lógico y necesario, a un técnico cultural,
que además es una de las plazas vacantes en el cuadro de personal municipal. Y
más reto será también preocuparse de hacer realidad el nuevo plazo de inauguración
anunciado para mayo, después del retraso de más de dos años que lleva la
finalización de las obras.
Otro de los retos es ver rematado dentro del año el
proyecto de ‘Recuperación Medioambiental del Cementerio de Chalanas’ que habrá
que enlazar con las comprometidas y polémicas piscinas de agua salada, “un
proyecto en el que creemos muchos, dice María Ramallo, que tuvo sus detractores
a pesar de habernos explicado con total transparencia desde un principio…”
Y el más difícil creo yo, de los retos, es el que María Ramallo tiene que afrontar para solucionar el problema que más quebraderos de cabeza está dando a su gobierno: la falta de aparcamiento para vehículos. Problema repito, que a pesar de intentar remediarlo mediante la aplicación de la ‘zona azul semigratuita’ y los numerosos aparcamientos disuasorios que se extienden -y continúa extendiendo con la apertura en proyecto de otro nuevo en el Inferniño- por diversas zonas del entorno urbano, sigue sin encontrar una salida definitiva, y más aún si ha ‘tirado la toalla’ para sacar adelante la iniciativa de construir un parking subterráneo en el Parque Eguren porque “su construcción y explotación no resulta del todo rentable”.
De momento y sobre el tema aparcamientos, la alcaldesa, cierra el debate expresando de manera un tanto ‘conformista’ que “el problema de aparcamiento lo es en Marín y en todas las localidades de un tamaño parecido”.
Por lo demás y en definitiva, retos que afrontar, compromisos que cumplir. Bienvenido 2025.
A alcaldesa di que o tema de aparcar tamén é un problema de localidades de tamaño parecido a Marín. Agora falta saber cales son esas localidades que se asemellan a Marín. Supoño que estará pensando, por exemplo, en Sanxenxo, Poio ou Bueu, que tendo en conta o incremento do seu número de habitantes e a baixada constante dos habitantes de Marín máis parellos non poden estar.
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