En mi adolescencia y juventud Marín tocaba el mar. Los
marinenses vivíamos pegados al mar. A sus aguas, a su olor, a su brisa… Marín
era una ventana abierta al mar. Una gran abertura que por el crecimiento del
Puerto empezaba a cerrarse. Los rellenos y las naves que sobre ellos se
construían comenzaban a alejarnos del mar. Un mar que en la actualidad
ya no percibimos y que a muchos nos lleva a preguntar -¿dónde estás
mar de Marín?. Sé que poco se puede hacer ya para recuperar esa ventana,
pero algún resquicio habrá quedado por el que ‘abrir Marín al mar’, una
reivindicación que me permito hoy a través de la poesía de quienes ‘cantaron’
las excelencias de aquel Marín ‘pegado’ al mar.
Celso Emilio Ferreiro escribía en 1962: “Marín de maruxía
e veiramar prantada / ardendo no solpor de cada día / na ría verdegada /
cercada de ondas / Tambo, dorna varada…” “Marín mariñeiro, doce xardín de
escuma, que recende e perfuma os sendeiros do mar… /¡Quen poidera marchar con
vosco a navegar!”.
Fue el escritor y poeta lugués, Aquilino Iglesia
Alvariño, quien ‘desde tierra adentro’ y en un artículo publicado en
un monográfico especial editado por el rotativo compostelano ‘La Noche’,
dedicado a los ‘Juegos Florales de Marín’ (años 60), consideraba: “Marín es para mí una tierra de naranjos, encendida de un olor penetrante y
habitada por una sirena solitaria y esquiva.. Algo más tarde supe de Marín de
verdad, mucho más bello, por vivo y verdadero, que el de la canción: ‘Xa fun a
Marín, xa pasei o mar…”
Poco se imaginaban entonces los poetas que futuras
generaciones de marinenses dejaríamos de ver el mar como ellos lo ‘cantaron’.
Nuestros jóvenes de hoy no conocen aquel Marín que yo tuve la suerte de vivir y
disfrutar, sin ‘gigantescas naves y contenedores’ que nos taponarían la vista a
una parte del océano. Solo lo podrán conocer por lo que las
generaciones de aquella añorada época les podamos contar o reivindicar. “Háblame
del mar, marinero… Desde mi ventana no puedo yo verlo… Desde mi
ventana el mar no se ve..” (Rafael Alberti)
“Marín é a chave que abre a porta do mar…” define la
profesora e investigadora marinense, Ana Acuña, en su cuidado trabajo sobre los
‘Juegos Florales’ que la ACA Santa Cecilia de Marín celebraba allá por los años
cincuenta. Con el paso del tiempo Marín dejó de ser, no solo esa esa llave que
nos dice la escritora, sino también el punto de unión entre ‘ciudad
y mar’. Es hora de empezar a hacer algo por ‘abrir Marín al mar’, una aspiración
histórica a la que no hay que renunciar.
¡Ay de aquel Marín al pie del mar! Dónde van aquellos
años en los que ver el mar era un privilegio…. Lo veías desde cualquier rincón,
desde la lejanía, desde un extremo hasta otro…
Diario de Pontevedra de hoy
12.06.2023. Pág. 18
No hay comentarios:
Publicar un comentario