Safricope nace en Marín en
1969 fruto de una arriesgada apuesta de un reducido grupo de marinenses
relacionados con el sector de la pesca que la crean como Cooperativa del Mar
bajo el auspicio de la Cofradia de Pescadores de Marín siendo en aquel entonces
Patrón Mayor el que años después sería alcalde, Francisco Pérez Crespo.
Aquella pionera iniciativa
comienza a dar sus pasos como el primer frigorífico que se inaugura en el
puerto marinense con el propósito de atender la demanda existente por parte de armadores y comercializadores de disponer de una planta
frigorífica para productos congelados. Los
buenos resultados que empiezan a aflorar durante los inicios hacen que en Safricope
se arriesguen a comercializar como mayoristas, mariscos, pescados y
cefalópodos, bajo la marca ‘Safrimar’.
Esta importante firma a
sus 55 años ha conseguido convertirse en un referente en el sector frigorífico
“desarrollando una amplia actividad comercial tanto a nivel nacional como
internacional, haciendo especial hincapié́ en la calidad y el servicio como
proveedor de materias primas…” según se especifica en la memoria de la empresa.
Con el paso de los años la
visión comercial y empresarial de sus fundadores se abre a integrarse en el Grupo
Pesmar, cuya sociedad matriz es Pesquerías Marinenses (Pesmar) fundada en 1965,
como armadora de buques congeladores arrastreros, que faenan en caladeros del
Atlántico Norte y Sur.
Pasados cincuenta y cinco
años hay que reconocer que gracias a aquel ilusionante proyecto el Puerto de
Marín se haya posicionado como uno de los más importantes, logísticamente
hablando, en el Arco Atlántico, -tanto en importación como en exportación- para
el sector del pescado congelado como lo avalan las industrias frigoríficas
dedicadas al almacenamiento y procesado de pesca congelada, que “son uno de los
principales motores económicos para toda la comarca”, según lo describe la
Autoridad Portuaria.
Felicitamos a Safricope y a todo su personal en este año en que se cumple el cincuenta y cinco aniversario de lo que hoy se considera la primera piedra del sector del congelado en el Puerto de Marín.
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