La campaña, consistente en
la recogida de firmas, basada en el objetivo “de preservar e revitalizar unha
peza esencial da historia local…” ha sido, según manifiestan fuentes de dicha
formación política, “un éxito tras acadar cerca de 1.500 apoios…” lo que les
llevó a reafirmarse en trasladar su iniciativa al Pleno instando a la
Corporación Municipal a la adopción de un acuerdo de compra del edificio en
cuestión y convertirlo en “un espazo multifuncional para o desfrute da
cidadanía…”. La inversión necesaria
sería de 250.000 euros incluido el proyecto de rehabilitación interior del que
nada queda ya.
La idea no es mala, sobre
todo por la falta de infraestructuras públicas tan necesarias -aún a pesar del
espacio que pronto nos ofrecerá el Centro Socio Cultural- para acoger la
variada actividad sociocultural existente en Marín, y que serviría incluso para
dar cabida a las asociaciones que no disponen de local propio.
Pero como era de temer la aprobación de un proyecto tan ambicioso estaba abocada al fracaso, puesto que no se trata tan solo de la compra del inmueble, sino de su recuperación integral, necesitado de un presupuesto ‘millonario’ que el Concello de Marín hoy por hoy no se puede permitir, una de las razones ésta por las que en el Pleno celebrado ayer, el Grupo Municipal del PP, con mayoría absoluta, rechazó la propuesta nacionalista votando en contra, lo cual ya era visto después de que días antes el Gobierno Local hacía públicos en un extenso comunicado los argumentos de la ‘inviabilidad’ de la pretendida adquisición.. Y así lo justificaba el concejal de Facenda y teniente alcalde, Manuel Santos: “antes de adquirir novos inmobles, temos que poder mellorar e adecentar aqueles locais municipais que dos que xa dispoñemos e ademáis debemos priorizar outros proxectos de mellora de instalacións públicas e ver máis alá, porque adquirir o inmoble Baladrón, supón moito máis que a súa compra, xa que precisa dunha reforma integral moi custosa". Votación: PP en contra. PSOE y BNG: a favor.
Hay que reconocer, al menos yo así lo entiendo, que la iniciativa y la campaña informativa de hacerse con el edificio Baladrón para el patrimonio municipal estuvo muy bien planteada y trabajada por el grupo ponente, pues se llegó incluso a hablar con el dueño del edificio estableciendo las condiciones de venta. Una campaña que consiguió poner de manifiesto que la adquisición del inmueble sería lo deseable para centenares de marinenses, cuestión esta con la que curiosamente coincide en su exposición el portavoz del PP: “é algo que nos encantaría a todos e que de feito levábamos no noso programa electoral hai varios anos…” En fin ‘el gozo, de al menos 1.500 marinenses que apoyaron con su firma la propuesta del BNG, en un pozo’.
Resumiendo, que el inmueble Baladrón (antiguo edificio Electrodomésticos Pais) seguirá condenado a permanecer en estado ruinoso y en peligro de derribo. Esperemos que no sea ‘per secula seculorum’.
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