Con la llegada del año que acabamos de iniciar se cumple el centenario del inicio del expediente de incautación, por parte del Ayuntamiento de Marín, de la Lonja de Pescado cuya concesión estaba en manos privadas. Si bien fue en 1922 cuando pasa a ser municipal, el ‘pleito’ no finalizaría hasta 1925, año en el que se produce el fallo del Tribunal Supremo a favor del municipio marinense. Al mismo tiempo se cumple también el centenario de la contratación como administrador provisional de la Lonja, de Jesús Morales Rodríguez, que sería el ‘alma mater’ de los buenos resultados económicos de la misma, ingresos que servirían a los alcaldes de la época (especialmente a Ezequiel Massoni) para sacar adelante importantes proyectos para la transformación urbanística de Marín.
Nuestro recordado ‘señor Morales’ (así se le conocía y trataba) era natural de Vilanova de Arousa. donde nació en 1895. Llegó a Marín con sus padres cuando tan solo tenía seis años de edad. Siendo un adolescente emigra a Buenos Aires donde se especializa y profesionaliza en la rama de Contabilidad. Es a su regreso cuando con 25 años es contratado como administrador de la Lonja.
“Jesús Morales e unha persoa moi recordada en Marín, querido de todos e traballador infatigable e previsor. Entra na lonxa de Marín en 1921, como administrador provisional, sendo concesionarios Luis Pérez Quevedo e José Sancho Feijóo” (‘Marín terra e mar. Elixio Rivas Quintas. 2005).
El señor Morales modernizó el procedimiento de las subastas de pescado. Fue pionero en aplicar el sistema estadístico de las transaciones de compra y venta (por especies, precios, pesos e importes en pesetas obtenidos en venta) que fue ‘copiado’ por las lonjas de otros puertos. En aquellos años en la Lonja de Marín se trabajaba de manera continuada toda la semana (incluidos festivos, sábados y domingos) y las subastas se establecían por la mañana para la pesca de bajura y por la noche para la de altura. Fue el ‘señor Morales’ quien consiguió ‘romper’ aquel ritmo de trabajo introduciendo el descanso quincenal del domingo y pocos meses después el descanso permanente de sábados, domingos y festivos.
Una vez que la Lonja queda en manos del Ayuntamiento de Marín (1922) sus empleados pasan a depender de la administración municipal. Con lo cual nuestro recordado adquiere la condición de funcionario y en 1926 es nombrado Administrador-Jefe. De entre los cometidos de su nuevo cargo y responsabilidades destacan haber actualizado oficialmente las estadísticas -que él había introducido durante la transición de la titularidad de la lonja- que fueron muy bien acogidas y aprobadas por el organismo ‘Estadística de Pontevedra (hoy el INE) creado durante el Gobierno de Primo de Rivera.
Fue impulsor de las obras con las que se moderniza la lonja: se amplia con zonas de lavado de pescado y empaque para la exportación, se inaugura la iluminación, conducción de agua de la traída y la sala de subastas.
“Jesús Morales e unha persoa moi recordada en Marín, querido de todos e traballador infatigable e previsor. Entra na lonxa de Marín en 1921, como administrador provisional, sendo concesionarios Luis Pérez Quevedo e José Sancho Feijóo” (‘Marín terra e mar. Elixio Rivas Quintas. 2005).
El señor Morales modernizó el procedimiento de las subastas de pescado. Fue pionero en aplicar el sistema estadístico de las transaciones de compra y venta (por especies, precios, pesos e importes en pesetas obtenidos en venta) que fue ‘copiado’ por las lonjas de otros puertos. En aquellos años en la Lonja de Marín se trabajaba de manera continuada toda la semana (incluidos festivos, sábados y domingos) y las subastas se establecían por la mañana para la pesca de bajura y por la noche para la de altura. Fue el ‘señor Morales’ quien consiguió ‘romper’ aquel ritmo de trabajo introduciendo el descanso quincenal del domingo y pocos meses después el descanso permanente de sábados, domingos y festivos.
Una vez que la Lonja queda en manos del Ayuntamiento de Marín (1922) sus empleados pasan a depender de la administración municipal. Con lo cual nuestro recordado adquiere la condición de funcionario y en 1926 es nombrado Administrador-Jefe. De entre los cometidos de su nuevo cargo y responsabilidades destacan haber actualizado oficialmente las estadísticas -que él había introducido durante la transición de la titularidad de la lonja- que fueron muy bien acogidas y aprobadas por el organismo ‘Estadística de Pontevedra (hoy el INE) creado durante el Gobierno de Primo de Rivera.
Fue impulsor de las obras con las que se moderniza la lonja: se amplia con zonas de lavado de pescado y empaque para la exportación, se inaugura la iluminación, conducción de agua de la traída y la sala de subastas.
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