A este lugar se desplazó un buen día la marinense
Beatriz Cabanelas González, (Xermade-Ardán) de profesión enfermera (ejerce como
directora de Enfermería del Hospital de Ourense) y una apasionada por la
fotografía –tanto que ya ocupa un lugar destacado en el mundo artístico
gallego- para captar con su cámara ‘reflex’, con la que comenzó a
especializarse en el retrato hace unos diez años, una serie de imágenes de “un territorio en el que coexisten suris, bodis, daasanaches,
karos, mursis…, ultimas tribus (“que me acolleron como unha máis” ‘dixit’
Beatriz) que aún subsisten…” y cuya colección fue presentada este pasado sábado
en una muestra inaugurada en el Museo M. Torres de Marín, bajo el enunciado de
‘As caras do Valle do Omo’.
Quienes
visiten la exposición de Beatriz Cabanelas –visita que me permito recomendarles-
podrán comprobar como su obra “refleja la gran riqueza cultural de las
civilizaciones del Valle etíope del Omo, además de la belleza y singularidad de
sus gentes”, como destaca la autora. En sus imágenes, todas a color, la
apasionada fotógrafa marinense “inmortaliza los distintos orígenes de las
diferentes comunidades que habitan la región del Omo desde tiempos inmemoriales
y que persisten a pesar de la amenaza de la globalización”.
No es la
primera vez que Beatriz Cabanelas viaja con su cámara reflex’ a tierras recónditas
llenas de misterio y belleza pues ya lo había hecho antes a Vietnam de donde
trajo unas bellísimas imágenes que le sirvieron para montar su primera
exposición individual -‘Puerta hacia el sudeste asiático’- en la Planta Coworking de Vigo resultando todo un
éxito al que siguieron otros muchos que la hicieron merecedora de destacados
primeros premios a largo de estos últimos cinco años: Viña do Campo
(Ribadavia-Ourense), Romaría de Raigame (Vilanova dos Infantes-Ourense), donde
una de sus imágenes fue reconocida como la mejor del certamen etnográfico; Concello
de Boborás-Ourense, premio ‘Arte, Naturaleza y sus gentes’; y Fundación de
Silos-Toledo, que le otorgó el primer premio en el concurso ‘Vida y cultura
monástica y conventual’
Beatriz, que
hace compatibles la profesión de enfermera y la pasión de fotógrafa, se define
como persona a la “que siempre me ha
gustado la fotografía que te ofrece esa capacidad de detener el tiempo para
poder luego rescatarlo de nuevo brindándonos la ocasión de volver a vivir y
sentir…” Y eso es lo que nos propone con sus veinticinco ‘Caras del Valle del
Omo’, veinticinco joyas de la fotografía que nadie debería perder la ocasión de
admirarlas en el Museo M. Torres.
Elogiable acierto
dentro de la programación del departamento museístico municipal del Concello de
Marín.
Diario de Pontevedra
Hoy, 16 de enero/Página 19
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