Las familias, con el apoyo de los concellos, la Xunta y la opinión pública gallega, lamentan la gestión de esta crisis por el Gobierno central
"Mañana, lunes 21, declarado jornada de luto oficial en toda España por esta tragedia, podría ser un buen día para que el presidente Pedro Sánchez se acerque y evidencie el apoyo que su Gobierno dice sentir y prestar a las familias de las víctimas..."
Las familias se movilizan reclamando la búsqueda de los desaparecidos
Ese giro comenzó a evidenciarse en las declaraciones de ministros y del propio presidente. Y en decisiones como la de mandar una aeronave militar para repatriar a los supervivientes y los cadáveres recuperados.
Un indicativo irrefutable del enorme malestar originado por la actuación del Gobierno y con la conformidad inicial con la que aceptaba que Canadá hubiera suspendido los rastreos en aguas de Terranova al cabo de solo 37 horas de búsqueda, es la respuesta que tiene la campaña de recogida de firmas lanzada a través de la plataforma Change.org por Lucía de Pazo. Es una de las hijas del maquinista del pesquero hundido. Lo hace en nombre propio y de las familias de las demás víctimas. Pues bien, prácticamente el viernes, primer día de recogida de adhesiones a la campaña bajo el epígrafe «Reactiven la búsqueda de los tripulantes desaparecidos en el Villa de Pitanxo ¡ya!», habían reunido casi 50.000 firmas, listón que ayer sábado superaban holgadamente.
Precisamente son las familias de las víctimas quienes abanderan las reivindicaciones trasladadas a los representantes periféricos del gobierno central que tienen una papeleta muy complicada, pues carecen de respuestas a muchas de las demandas. Maica Larriba seguramente pasó uno de sus peores tragos como subdelegada el pasado viernes.
Hoy domingo, las familias se manifestarán en la Alameda de Marín para reclamar que siga la búsqueda de los desaparecidos
Lamentablemente las esposas, madres, hijos e hijas de las víctimas han recibido más información de los medios de comunicación y las redes sociales, que por parte del Gobierno y de la armadora del pesquero que, demoró hasta el viernes, su primera comunicación oficial.
Un ejemplo palmario de esa nefasta gestión fue el ministro de Pesca, Luis Planas. Estuvo especialmente desafortunado en su visita del jueves. No sé quién le habrá asesorado, pero fue un desastre. ¿Cómo se le ocurre iniciar su desplazamiento en Vigo, en la sede de la cooperativa de armadores dejando para el final acudir a Marín y recibir a las familias? Bueno, a una parte de ellas, pues hasta ese encuentro estuvo mal organizado, quizás porque no había mucho interés en soportar el tirón.
Por cierto, Planas en ningún momento de su visita habló de marcha atrás en la decisión de Canadá. Fue el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, quien al día siguiente verbalizó la corrección aludiendo a que su homóloga canadiense le trasladó que los servicios de salvamento de ese país reconsiderarán reanudar la búsqueda «cuando mejoren las condiciones meteorológicas». Y después el propio Pedro Sánchez, quien dijo haberlo hablado por teléfono con el primer ministro Pierre Trudeau al que «agradeció todo el trabajo hecho hasta ahora» (¿?).
A ver si Canadá cumple y si España mantiene la presión cuando empiece a desinflarse el interés informativo por este naufragio. Porque ese mal tiempo que alegan es el mismo que soportan los pesqueros gallegos que siguen faenando en ese caladero, los únicos barcos que rescataron a supervivientes y cadáveres. Y a los que el Gobierno les ha pedido que, de paso, sigan rastreando. ¡Manda huevos!
¿No será mejor pensar en acometer, si es posible, esa búsqueda con medios propios? Por ello claman las familias que recuerdan que, en Galicia, los accidentes marítimos son atendidos durante más tiempo. Ya no hablemos de lo que se empleó y gastó en el Prestige y en recuperar el fuel que almacenaba en sus tanques. Probablemente acierta Rosa Quintana, conselleira do Mar, al plantear que el Gobierno de España debería mandar a Terranova el avión de Salvamento Marítimo que tiene base en Lavacolla, para realizar el rastreo de los nuestros.
Hasta la hora en que termino de redactar este artículo, nada se sabe de un posible desplazamiento de Pedro Sánchez a Marín. Las familias de las veintiuna víctimas agradecerían un gesto así del presidente del Gobierno. Ni más ni menos que los mostrados con los vecinos de La Palma, a los que acudió a visitar hasta seis veces durante la erupción del volcán. Aunque no hubo una sola víctima mortal en la isla.
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