lunes, 16 de noviembre de 2020

MARÍN. AQUEL PUERTO DE TRASATLÁNTICOS (y II). POR ANGEL G. CARRAGAL

 

L'Atlantique, paquebote francés que hizo escala en Marín en 1902

Con la experiencia adquirida, de manera positiva, con las dos primeras escalas de buques trasatlánticos (impulsadas por el empresario pontevedrés José Riestra López), Marín se consolida, junto a A Coruña y Vigo, como puerto de interés para las navieras dedicadas al transporte marítimo de mercancías y pasajeros, especialmente emigrantes, que ‘escapaban’ de la ‘hambruna’ que padecía Galicia (cerca de 1,2 millones de gallegos emigraron entre 1860 y 1970) hacia países donde la economía florecía a pasos agigantados, como Argentina, Uruguay o Cuba. 

Es a partir de 1891 cuando se intensifican las escalas de importantes buques, con capacidad para más de 300 pasajeros. Compañías internacionales como  la francesa ‘Messageries Martimes’ regulaban sus escalas en Marín mensualmente, siguiéndole en importancia la ‘Compagnie Comerciale de Transportes Francais’ que inicia sus escalas con el buque paquebote de cuatro palos llamado ‘Paris’. Embarcaba emigrantes con destino a La Habana y Veracruz.. 

Con la designación de nuevos agentes en Pontevedra y Marín, de entre los que destacaba la consignataria de Hijos de Rocafort y Elisardo Dominguez,  -éste impulsó una línea de la Cía. Hamburgo Sudamericana a Montevideo y Buenos Aires- las nuevas compañías, que se inauguraban al amparo del buen negocio que suponía la emigración, incrementan aún más la presencia de pasajeros en los muelles del puerto. La hemeroteca está llena de reseñas periodísticas de aquel ingente movimiento de grandes paquebotes y buques a vapor, destacando que reducían el tiempo del viaje a ‘las Américas’ a 20 horas. 

‘Berenguer el Grande’, ‘Miguel Jover’, ‘Sierra Jover’, ‘Esmeralda’...  son algunos de los nombres de aquellos barcos que entraban y salían del puerto marinense rumbo a tierras descubiertas muchos siglos antes por Colón.  Según podemos conocer por datos de la Aduana durante el año 1897 el Puerto de Marín registró más de 600 buques y cerca de 1.300 pasajeros. 

Entre los años 1900 y 1905 se inauguran nuevas escalas y se amplían los destinos. El ir y venir de buques era una constante. Pero como ‘no hay bien que cien años dure’, es a partir de 1905 cuando Marín empieza a perder interés para las navieras que se van a otros puertos en busca de los servicios que la rada marinense nos les ofrecía. Las carencia de muelles de atraque y otros servicios complementarios como el avituallamiento, fueron motivos para que el puerto dejase de ser punto de salida de pasajeros y emigrantes. En 1908 la Cía. Messageries Maritimes, la última que aún tenía cierta preferencia por Marín, suspende definitivamente sus escalas “poniendo fin a un periodo de casi 20 años en el que los buques para América estuvieron presentes en la vida del puerto” (Manuel Cendán. Historia de Marín. 2007)

Pero si ‘una puerta se cerraba otra se abría’. Los industriales de Marín de la mano de consignatarios como Juan F. Rocafort, Ángel Taboada y José Alcántara, además del catalán barcelonés José Bofill, promueven como alternativa el ‘cabotaje’ (tráfico de mercancía general) con el que se inicia una nueva etapa en la historia del Puerto de Marín

No hay comentarios:

Publicar un comentario