domingo, 22 de noviembre de 2020

MARÍN. EL PUERTO INTENSIFICA EL 'CABOTAJE'. 1870 (I). POR ANGEL GARCIA CARRAGAL

Buque mercante a vapor de cabotaje  'Melitón González' que hacía escala regular en el Puerto de Marin en el s. XIX

Veinte años duró el periodo (1088-1908) en el que las navieras internacionales hacían sus escalas en el Puerto de Marín para el embarque de pasaje y emigrantes con destino a ‘las Américas’. Las escasas infraestructuras, que no se  ampliaban, y la manifiesta falta de calados, muelles de atraque, grúas y otros servicios llevó a que las navieras internacionales se decidieran por irse a otros puertos. Es en 1908 cuando se produce la escala del último buque con destino al continente americano, cerrándose así definitivamente el ciclo con el que Marín pasaría a la historia como antiguo puerto de trasatlánticos, una característica que jamás volvería a recuperar. 
Pero no hay mal que por bien no venga. Las autoridades portuarias del momento hubieron de afrontar la situación volcándose en potenciar el tráfico marítimo interinsular, lo que conocemos como ‘cabotaje’, iniciándose así una nueva y esplendorosa etapa portuaria con la que se reforzaría la titularidad del Puerto de Marín como de Interés General del Estado que le había sido concedida en 1886. Y se reforzaría todavía más dos años después (1888) con el ascenso de la Aduana que pasaría a ser de primera categoría.
En el impulso que se comenzó a dar al puerto respecto al tráfico de ‘cabotaje’ tuvieron mucho que ver el consignatario Angel Taboada y el empresario catalán, residente en Marín, José Bofill Mollfulleda, además de los Rocafort y Alcántara. Mientras caía el tráfico de pasajeros comienza a registrarse un mayor movimiento de buques de mercancía general que descargaban productos como cemento, carbón, aceite, y loza y cargaban maíz, salazón y sardina prensada, según datos de la Aduana recogidos en el diccionario estadístico P. Madoz.
Con el paso de los años la variedad de mercancías así como el movimiento del número de buques que operaban en el Puerto de Marín se fue incrementando paulatinamente hasta convertirse en uno de los puertos ‘favoritos’ del norte de España para las empresas de navegación más importantes del territorio nacional.


'Cabo Silleiro' de la armadora sevillana 'Ibarra', buque de cabotaje que tenía línea fija mensual con el Puerto de Marín. (s. XIX/XX) 

La lista de barcos de cabotaje que ya que aquellas épocas atracaban a los muelles de Marín es interminable destacando los de la navieras, entre otras, Olavarría y Cía, y López de Aro, ambas de Gijón y la también asturiana ‘Melitón González y Cía’, representadas por Ángel Taboada. Importante fue la presencia de barcos de la naviera sevillana ‘Ibarra’ que operó en el puerto marinense durante largo tiempo. Llamaban la atención la presencia en puerto de sus ‘cabos’:  ‘Cabo Roca’, ‘Cabo Piñor’, ‘Cabo Ortegal’, Cabo Silleiro’, y otros muchos.
Lo importante para que las compañías mantuviesen sus escalas en el puerto marinense no eran solo las excelentes condiciones estratégicas que para la navegación ofrecía su situación geográfica, sino por la rentabilidad que les garantizaban sus características, por lo que es a partir de finales del siglo XIX cuando se animan a ampliar sus líneas regulares a fijas en periodos mensuales y semanales. 


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