Nada más conocer la noticia del fallecimiento ayer de la insigne artista marinense Geluca Iglesias me vinieron a la mente aquellos momentos compartidos, ella como homenajeada y yo como promotor, en la entrega del premio ‘Facendo Historia Marin 2013’ concedido por las ‘Xornadas-Reencontro coa Historia de Marín’ con el apoyo institucional del Concello de Marín; o aquellos otros momentos motivados por algunas de las charlas que manteníamos cuando nos encontrábamos en algún acto cultural o incluso en la calle.
“Recuerdo, Geluca, el cariñoso reproche que me hiciste por no haber asistido a la exposición antológica como homenaje que te dedicó el Concello en aquel año 2012 porque desconocías que yo estaba vacacionando fuera de Marín. Fue para mi un honor que me echases en falta. Recuerdo que te dije en aquella exposición -contabas ya con 86 años- que tenías que descansar y contestaste que jamás renunciarías a pintar por muchos años que cumplieses. Recuerdo como cada vez que nos encontrábamos, siempre me anunciabas otra exposición... Recuerdo cuando me anticipaste que ibas a donar un cuadro a una asociación para ser sorteado con fines benéficos, porque tu además de pintora eras benefactora...
Vivías para el arte, Geluca, una pasión con la que te fuiste y que nos dejas cual huella y legado cultural. Mucho nos queda de ti como para que se te olvide. Nos quedan veinte años dando clases de pintura en ‘Santa Cecilia’ de manera altruista a muchas generaciones de marinenses. Nos quedan los ‘tristes payasos’-que hoy lo estarán mucho más- que te sirvieron de musa para introducirte en el arte. Nos dejas tus ‘bodegones y frutas’ que nos recuerdan a los que pintaba otro insigne y recordado artista marinense, Manuel Torres, tu maestro. Nos dejan los ‘retratos’ de los que un día te cansaste de tantos como te encomendaban... Nos queda tu defensa de la cultura en las más diversas facetas. Y nos queda una historia llena de vida de una mujer que ha sabido plasmar en sus cuadros la dulzura y la ternura -cualidades que te caraterizaron- haciendo de tu persona un referente cultural y humano que ya forma parte de nuestra historia, de la historia de Marín y de la historia del arte en Galicia.
Geluca, no puedo decirte adiós por que jamás serás olvidada. Tu obra nos hará recordarte siempre. DEP
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