Durante el siglo pasado fueron varias las ‘carpinterías de ribeira’ existentes en Marín dedicadas a la construcción y mantenimiento de embarcaciones. Eran ‘pequeños astilleros’ que se fueron extinguiendo al surgir nuevas técnicas industriales de construcción de barcos. Y así fue como con el paso de los años y poco a poco fue desapareciendo del mercado laboral el tradicional oficio artesanal de ‘carpinteiro de ribeira’.
En el año 1985 durante el Gobierno de Felipe González el Ministerio de Trabajo y S. Social aprueba un programa de creación de las Escuelas Taller (llamadas popularmente ‘casa de oficios’), que darían muy buen resultado, para la creación de empleo juvenil orientado a la recuperación del Patrimonio Artístico-Cultural así como a la de Oficios Artesanales. Aquella experiencia serviría a la Junta de Obras del Puerto de Marín y Ría de Pontevedra (en la actualidad Autoridad Portuaria) para tomar la iniciativa de crear una Escuela Taller de Carpintería de Ribeira con el objetivo de ‘rescatar’ un oficio que había hecho historia en el discurrir de la actividad portuaria de Marín, durante el asentamiento en los S. XIX y XX de las susodichas ‘carpinterías de ribeira’.
En tal sentido y a finales de los ochenta el presidente de la J. O. del Puerto, Isidro Caballería y el director xeral de Formación Pesquera de la Xunta de Galicia (presidida por Fernando G. Laxe), basándose en estudios que ponían de manifiesto la falta de talleres artesanos con profesionales especializados en carpintería de ribeira, se ponen de acuerdo para crear una Escuela Taller dedicada a la recuperación de embarcaciones tradicionales gallegas. Ambas autoridades no dudaron ni un instante en sacar adelante la iniciativa sobre todo porque con la misma no solo se intentaba recuperar la noble y artesanal profesión de ‘capinteiro de ribeira’ sino que además se ofrecía la oportunidad de dar ocupación laboral a muchos jóvenes en paro.
El compromiso firmado entre las partes (Puerto y Xunta de Galicia) abarcaba un programa consistente en la creación de la Escuela Taller financiada con la colaboración del Ministerio de Trabajo (Instituto Nacional de Empleo) y de la Comunidad Económica Europea (hoy Unión Europea). Los objetivos, según recogía el documento, serían “la formación de jóvenes desempleados en el campo de la carpintería de ribeira y velería; la recuperación de las embarcaciones tradicionales de las rías gallegas y construcción de arboladuras además de la recuperación de piezas para Museos del Mar”
El convenio fue aprobado pero como siempre no todo fueron ‘rosas en el camino’. La creación de la Escuela Taller habría de salvar el inconveniente que salió a relucir en cuanto se empezó a hablar de su emplazamiento. La J. O. del Puerto, que debería aportar el local proponía que fuese en Pontevedra. Y aquí es donde salta la ‘chispa’ que provocaría la polémica “que si en Marín que si en Pontevedra”. Pero ¿dónde se instaló?. La respuesta, en próxima entrega.
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