Para quienes
tratamos y tuvimos una buena relación con ‘Nito’ –popular y cariñosamente conocido
en su parroquia como ‘Nito da Carteira’- es difícil olvidar lo que fue y que
representó para la sociedad marinense en medio de la que desenvolvió desde
distintos sectores, dando siempre desinteresadamente parte de sí mismo, una destacada
labor altruista en favor de los demás. Y eso es lo que se sigue echando de
menos.
La pérdida de
uno de sus concejales originada por una muerte tan trágica ha sido un mal trago por el
que ha tenido que pasar la actual Corporación Municipal y en el acto de
despedida eso ‘flotaba en el ambiente’. Era imposible decir adiós a un mandato
sin traer al recuerdo al concejal ‘Nito’ o al ‘señor González Dopazo’ como le
citaba la alcaldesa cada vez que se dirigía a él en turno de palabra. “A perda
de Benito González Dopazo nesta lexislatura foi un impacto moi grande para o
seu grupo, en primeiro lugar, e para
todos nos como Corporación Municipal” se dijo en sesión plenaria, y no cabe la
menor duda que así lo fue.
Seis meses sin
‘Nieto’ e estar seis meses sin una persona querida, excepcional y sencilla,
amable, trabajador, gran profesional y generoso… Seis meses sin Nito es estar seis
meses sin una persona que tuvo a su cargo la responsabilidad de presidir
durante años la CC MM de Santomé de Piñeiro o de ser miembro del Anpa del
instituto Chan do Monte, y la de ser delegado del Club Fútbol Veteranos de su
parroquia… Seis meses sin ‘Nito’ es en definitiva estar y echar en falta a quien
tuvo ‘a pecho’ involucrarse con los problemas parroquiales y con el movimiento
vecinal… Y seis meses sin ‘Nito’ es haber perdido a una persona llena de vida e
inquietud ligado a la política y comprometido con el Partido Socialista de
Marín durante una veintena de años llegando a ser concejal durante varios
mandatos.
El vacío que ha
dejado la marcha de Benito González Dopazo en todos aquellos que lo hemos
conocido ha sido enorme. Una ausencia imposible de llenar y que solo se mitiga
con su recuerdo. Su paso por la vida no fue en vano. Su huella será difícil de borrar.
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